Fibrilación auricular: la arritmia silenciosa que multiplica el riesgo de infarto cerebral

La fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más común en el mundo, suele avanzar sin presentar síntomas evidentes y puede tener graves consecuencias para la salud. Una encuesta reciente de la American Heart Association (AHA), realizada en 2025, reveló que el 62% de las personas conoció por primera vez en qué consiste esta condición solo al momento de su diagnóstico. Este hallazgo refleja la necesidad de fortalecer la educación y la prevención frente a una enfermedad que, sin un tratamiento oportuno, puede multiplicar hasta cinco veces el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. En países como Colombia, adultos mayores podrían estar conviviendo con ella, muchos de ellos sin saberlo, lo que refuerza la importancia del diagnóstico temprano y el seguimiento médico.

En el marco del Día Mundial del Corazón, el Hospital San Vicente Fundación Medellín advierte sobre la urgencia de reconocer y actuar frente a la fibrilación auricular, una arritmia que, pese a su frecuencia, sigue siendo invisible para gran parte de la población. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2023 esta condición ya afectaba a 60 millones de personas en el mundo, una cifra que la comunidad médica describe como la nueva pandemia de las enfermedades cardiovasculares. Su incidencia aumenta de forma exponencial con la edad, al punto de que uno de cada cuatro adultos mayores de 60 años desarrollará fibrilación auricular en algún momento de su vida, un escenario que refuerza la necesidad de intensificar la detección temprana y la prevención.

En este escenario, la electrofisiología se ha convertido en una rama clave de la cardiología, pues es la especialidad que estudia y trata las alteraciones del sistema eléctrico del corazón, conocidas como arritmias. Los electrofisiólogos no solo diagnostican la fibrilación auricular, sino que también realizan intervenciones de alta complejidad para restablecer el ritmo normal del corazón, como la ablación por catéter, considerada hoy la terapia más efectiva. Su rol resulta decisivo frente a una condición que, por sus características silenciosas y multifactoriales, exige un manejo especializado, integral y oportuno.

“Como electrofisiólogos vemos de primera mano cómo la fibrilación auricular se ha convertido en un problema de salud pública que requiere diagnóstico temprano y un manejo especializado. En Colombia no contamos con cifras tan recientes como en Estados Unidos o Europa, pero estimaciones de 2017 ya mostraban que entre el 1,6% y el 5% de los mayores de 60 años sufrían esta arritmia. Eso significa que hoy podríamos tener entre 150.000 y 450.000 colombianos en este grupo de edad viviendo con la enfermedad, muchos sin diagnosticar. Aunque la edad y la genética son factores no modificables, sí existen riesgos prevenibles como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, la apnea del sueño, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol e incluso los extremos del estilo de vida, desde el sedentarismo hasta el ejercicio extenuante de resistencia”, señaló el doctor Francisco Villegas García, electrofisiólogo del Hospital San Vicente Fundación Medellín.

Los síntomas de la fibrilación auricular pueden ser variados y en ocasiones engañosos. Algunos pacientes manifiestan palpitaciones, sensación de taquicardia sin motivo, mareos, dificultad para respirar, fatiga intensa o incluso deterioro cognitivo en personas mayores. Sin embargo, según varios estudios, entre un 25% y un 30% no presentan ningún signo evidente y desconocen que tienen la arritmia hasta que enfrentan complicaciones graves como un accidente cerebrovascular o una falla cardíaca. Este panorama refuerza la importancia de un abordaje integral y multidisciplinario, en el que cardiólogos, electrofisiólogos y especialistas en factores de riesgo trabajen de manera coordinada para mejorar los resultados en salud, y donde las intervenciones avanzadas sólo pueden realizarse en hospitales de alta complejidad con la tecnología y experiencia necesarias.

La ausencia de síntomas en una parte importante de los pacientes se traduce en un subdiagnóstico preocupante. En Estados Unidos y Europa, solo entre el 10% y el 15% de los casos no son diagnosticados gracias a programas de tamizaje y búsqueda activa. En Colombia, en cambio, la falta de estas estrategias provoca que miles de personas convivan con la enfermedad sin saberlo. A esto se suma que apenas entre el 60% y el 70% de los pacientes diagnosticados reciben la anticoagulación adecuada, y solo entre el 5% y el 15% de quienes serían candidatos a una ablación - procedimiento para restaurar el ritmo normal del corazón - acceden efectivamente a este procedimiento. Esta situación evidencia la urgencia de sensibilizar tanto a la población como al sistema de salud sobre la importancia de garantizar un manejo integral, oportuno y en centros con la idoneidad necesaria.

“En el Hospital San Vicente Fundación Medellín contamos con una Unidad de Electrofisiología de alta complejidad que nos permite abordar la fibrilación auricular de manera integral. Sabemos que no se trata solo de una arritmia, sino de una condición que puede derivar en complicaciones graves como accidente cerebrovascular, falla cardíaca o tromboembolia. Por eso, más allá del diagnóstico y la anticoagulación, ofrecemos a cada paciente un manejo personalizado que incluye procedimientos avanzados como la ablación por catéter, la cual se ha consolidado como la terapia más efectiva para restaurar el ritmo normal del corazón, con tasas de éxito superiores al 80%, y la articulación con especialistas en hipertensión, diabetes, obesidad o apnea del sueño para controlar los factores de riesgo asociados. Este enfoque multidisciplinario y altamente especializado marca la diferencia, porque reduce las complicaciones, mejora la calidad de vida y, en muchos casos, devuelve al paciente un ritmo cardíaco normal. La clave está en acudir a centros con la idoneidad y la experiencia necesarias para garantizar un tratamiento oportuno y seguro,” afirmó el doctor Villegas.

El diagnóstico preciso de la fibrilación auricular es fundamental para iniciar un tratamiento oportuno y evitar complicaciones graves. Aunque el electrocardiograma suele ser la primera herramienta utilizada, su alcance es limitado cuando los episodios son intermitentes. En estos casos, se recurre a pruebas de monitoreo más prolongadas como el Holter, que registra la actividad eléctrica del corazón durante varios días, o incluso a dispositivos implantables capaces de vigilar el ritmo cardíaco de manera continua hasta por tres años. Estas tecnologías permiten confirmar la presencia de la arritmia, identificar su frecuencia y diseñar un plan de manejo ajustado a cada paciente, garantizando así un abordaje más certero y efectivo.

En el Día Mundial del Corazón, el Hospital San Vicente Fundación Medellín hace un llamado a la comunidad a no ignorar las señales que el cuerpo envía. Consultar al médico ante síntomas como palpitaciones, fatiga o dificultad para respirar, y realizar controles periódicos después de los 60 años puede marcar la diferencia entre un diagnóstico oportuno o una complicación irreversible. Para la institución, la búsqueda activa de esta arritmia silenciosa es clave para prevenir miles de casos de discapacidad y muerte en Colombia. Detectar y tratar la fibrilación auricular a tiempo, en centros de alta complejidad, es la mejor herramienta para proteger el corazón y asegurar un futuro más saludable.

 

Familia

¿Quieres ser patrocinador de nuestros eventos?

Haz clic aquí