Editorial: servir con honestidad, es un acto de bondad

La honestidad (del latín honestitas, una raíz latina relacionada con la de la palabra “honor”) es un valor institucional que nos invoca a una moral superior para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo. Pero la honestidad verdadera permea todos los aspectos de la vida de una persona: se manifiesta socialmente, pero también en el entorno íntimo y en la vida interior.

Ser honestos es no anteponer los intereses particulares sobre los intereses del Hospital, esto se hace realidad cuando:

1. Tomamos decisiones guiados por la ética.
2. Utilizamos los recursos (tiempo, insumos, equipos, infraestructura, etc.) de una manera racional y adecuada.
3. Somos sinceros al relacionarnos con los demás.
4. Cumplimos con el trabajo de acuerdo con nuestro rol y compromisos.
5. Somos coherentes desde el pensar, el decir y el actuar.
6. Somos conscientes de nuestras capacidades y limitaciones.
7. Reconocemos nuestros errores, evitando repetirlos.

De esta forma, la honestidad se manifiesta con el cumplimiento de las obligaciones que se encuentran presentes en todas las actividades de la vida, en este caso en nuestra vida laboral en el Hospital. En San Vicente Fundación comprendemos que equivocarnos es una condición humana, por eso se acompaña a las personas en el error. Pero, lo que no debemos tolerar es la falta de ética, la mala fe y la deshonestidad, esos casos debemos como sociedad rechazarlos.

Es por esto que los invito a todos a servir con honestidad como un acto de bondad, teniendo siempre presente que todo acto por parte de un integrante de San Vicente Fundación que pueda ser calificado como “deshonesto”, pone en riesgo el “honor” de todos como organización.