Augusto Quevedo Vélez, pasión y tradición

En 1993, comenzó la historia entre Augusto Quevedo Vélez y el Hospital, pero la medicina ha acompañado a varias generaciones de su familia; ya que su tatarabuelo, José Ignacio Quevedo Amaya, fue profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, presidente perpetuo de la Academia de Medicina de Medellín y llevó a cabo la primera operación de cesárea con madre y recién nacido vivo de Latinoamérica, en 1844. Además, su bisabuelo, Tomás Quevedo Restrepo, fundó la primera Casa de Huérfanos y el primer Hospital de Enajenados, que hoy se conoce como el Hospital Mental; e, incluso, fue el primero en el continente, en operar un tumor cerebral con ubicación anatómica por examen clínico, en tiempos donde los rayos X no existían en Colombia.

Augusto continuó con esta tradición y seguidilla de logros, a tal punto de ser parte del grupo de residentes que le dieron vida a la primera Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica de Medellín, en el año 1994; además, en el año 2000, ayudó a conformar el grupo de trasplante de células hematopoyéticas; posteriormente, en  los años 2004 y 2005, fue enviado al Hospital Val D´Hebron, en Barcelona – España, a entrenarse en Cuidado Intensivo Hematológico y Trasplantes; al regresar, ayudó a trasplantar niños con enfermedades oncológicas, metabólicas, inmunológicas y hematológicas por, aproximadamente, 10 años. En tiempos más recientes, se ha destacado por ser el impulsor para crear la Unidad de Cuidado Intensivo Cardiovascular Pediátrico, Santiago Corazón.

Actualmente, paralelo a sus labores asistenciales, ejerce la docencia en pediatría, en pregrado y posgrado, de la Universidad de Antioquia; sumado a esto, es profesor titular de urgencias y cuidado intensivo pediátrico. Él, complementa su vida con la familia y la música; esta última, presente desde temprana edad cuando interpretaba la guitarra clásica, para luego inclinarse por el clarinete.