Este espacio tiene como fin resaltar y agradecer a los pacientes y familiares que nos felicitan y reconocen nuestra labor diaria.
Hoy quiero dar primeramente gracias a Dios por mi salud y permanencia en este maravilloso Hospital, a todos y cada uno de los seres humanos que Dios puso en mi día a día en la estadía aquí, como fueron lo médicos, enfermer@s, auxiliares, entre otros que me dedicaron su tiempo con tanto amor y entrega para mi recuperación, los cuales lograron que mi mamita y mi papito estuvieran un poco más tranquilos al saber que estaba en las mejores manos, primero Dios y luego de seres tan maravillosos llenos de amor, entrega, respeto, paciencia y dedicación, nuevamente GRACIAS por lo que hacen, por mi recuperación la cual siempre estuvo en sus manos y el día de hoy nos vamos felices a casa con la meta cumplida. ... [leer más]
Estoy seguro de que a partir de hoy con todo el amor y dedicación que ustedes me dieron seré un niño más sano y espero solo volver por acá a saludar y recordar bellos momentos.
Mami, papi y yo nos vamos muy felices de haber tenido la oportunidad de conocer este maravilloso Hospital y los seres humanos tan especiales que cumplen su misión en este lugar, porque gracias a cada uno de ustedes logramos mi salud y tuvimos muchos aprendizajes al compartir el día a día con ustedes durante estos 13 días, aunque fue un tiempo algo difícil para mis papis y para mí, nos vamos felices de haberlos conocido y vivir esta experiencia con Dios y con ustedes, la cual nos sirvió para aprender, conocer, crecer y reflexionar.
Gracias, gracias, gracias, Hospital San Vicente Fundación.
Médicos, enfermeros, auxiliares, personal de aseo y todos los que hicieron parte de mi estadía en este lugar. Dios los bendiga, salvadores de vida.... [leer menos]
Hace unos meses fui recibido en este maravilloso Hospital, reconocido y querido por todos. Siempre que tenemos problemas de salud o está en peligro nuestra existencia, llegamos a ustedes con la esperanza de encontrar alivio a nuestro dolor y salvar nuestro mayor tesoro: LA VIDA. Expreso a todos ustedes el más sentido agradecimiento y eterna gratitud por los valiosos y oportunos servicios recibidos durante mi estancia. Es digna de reconocer y admirar la calidad humana, el profesionalismo y atención de todas las personas en las que me atendieron de la mejor forma. Solamente Dios sabrá recompensarlos por tan noble labor. A todos muchas gracias.
Quiero agradecer a todos su entrega y su excelente trabajo en esta institución, donde todos se destacan por su buen servicio, amor y por la humanidad, están salvando vidas y también apoyando en los momentos difíciles no solo a los que están enfermos, si no a las familias que están sufriendo por sus seres queridos. Ustedes son bendecidos por nuestro creador por cuidar la vida de los seres humanos pues fue él quien nos la dio. Gracias por su bondad amorosa y por salvar la vida de mi hijo y por su cuidado. Gracias a todos, vigilantes, aseo y comedores por el esmero de atención con quienes llegamos en tristeza y ustedes con su bondad nos reciben. Que Dios los siga bendiciendo a ustedes y a sus familias.
Quiero darle las infinitas gracias al equipo médico y de enfermería, quienes todos los días con sus cuidados, conocimientos y disposición hacen posible que tenga la esperanza de que todo va salir bien y me ayudan a que este proceso de quimioterapia sea llevadero, más agradable y lo menos traumático posible. Mil gracias y felicitaciones a todas las enfermeras y médicos que nos apoyan a que como familia podamos afrontar de la mejor manera posible esta enfermedad, y ponen a nuestro servicio su alegría, responsabilidad, solidaridad y toda la calidez humana en cada una de las hospitalizaciones.
Quiero felicitar y agradecer a algunos especialistas que fueron y han sido como unos ángeles en el proceso de mi esposo David Andrés Jiménez Gutiérrez. El Dr. Roberto Benavides de medicina interna y el Dr. Juan Fernando Velásquez del dolor, quienes han sido profesionales y personas increíbles y quienes no olvidan que no solo atienden pacientes, sino que atienden personas. Qué calidad de seres humanos y qué grandes profesionales son. ¡Gratitud San Vicente Fundación!
Queremos expresarles nuestro más sincero agradecimiento por su labor desinteresada y por ese interés genuino por los pacientes, cosa que nos ha dejado muy emocionados. Nuestra felicidad se hizo más completa cuando Angie (mi prima paciente COVID que estaba en la sala Cristo Rey) nos contó que imprimieron su carta a color. La enfermera se la entregó con mucha emoción, esto tan bonito permitió que ella pudiera recibir todo el amor con el que le escribimos. Los animamos a que sigan demostrando tan bonitas cualidades que harán que la estancia de sus pacientes sea menos traumática y le aportarán cosas positivas a ellos y a sus familias.
Hoy quiero agradecerle al equipo de Trabajo Social, al personal médico, de Enfermería, a los encargados de la Sala de Duelo, a todos y cada unos de los que se vieron involucrados directa o indirectamente, en el cuidado, tratamiento y estadía de nuestra madre Martha Chanci, fallecida en la Sala Pío X del Hospital de Medellín. Mi familia está tranquila y feliz con todo lo que hicieron por ayudar a mi mamá hasta su último latir, esta fue la voluntad de nuestro perfecto y amado Dios, al cual le pedimos fortaleza y resignación para nosotros, y pedimos por ustedes para que les siga bendiciendo y les siga llenando ese hermoso corazón de mucho amor. Dios los guarde hoy y cada día en esa ardua labor de salvar vidas.
Ustedes arriesgan cada día su salud para salvaguardar a cientos de pacientes, entre ellos yo, que dependía de sus cuidados, me dieron la mejor medicina posible, su esfuerzo, cariño y energía. Agradezco inmensamente por haberme tratado como la persona más importante del mundo, su trabajo, optimismo, entrega y solidaridad, lograron que ahora esté en casa con mi familia recuperándome. Hoy quiero resaltar la labor de médicos, intensivistas, trabajo social, enfermeras, el personal de la UCI Covid, UCI Cardiovascular y en general al Hospital San Vicente Fundación. Dios les pague y les dé larga vida por entregar cuerpo y alma en su atención.
Sobran palabras para expresar el agradecimiento para con ustedes, todos son muy competentes y tienen sabiduría para tratar a los pacientes. Ustedes son el colibrí de la salud y el bienestar, gracias.
Me siento absolutamente complacida con el servicio, atención, cuidado y acompañamiento brindado por todo el personal, lo cual incluye médicos y especialistas tratantes, quienes con amor, entrega, disposición, compromiso, empatía y profesionalismo, me han acompañado en mi proceso de hospitalización, resalto con orgullo y sinceridad la ética profesional pero sobre todo el ADN institucional que se percibe desde el ingreso y en cada proceso llevado a cabo en la institución ¡Felicidades Infinitas! aunque se me escapen los nombres de todos, estaré eternamente agradecida.
Gratitud inmensa con todo el personal médico y administrativo del Hospital, excelente atención, personal preparado y amable, muy buena coordinación entre todas las áreas, planta física hermosa, ambientes agradables. Muchísimas gracias, fuimos atendidos con amabilidad y mi esposo recobró su bienestar.
Desde el fondo de mi corazón felicito a quienes me transportaron de un extremo a otro a mi habitación en camilla o en silla de ruedas y a quienes cariñosamente llamé "Mis aves de vuelo" por su diligencia, delicadeza y respeto. Mil gracias, los llevo en mi corazón. Gracias al equipo de alimentación por su esmero, cariño, delicadeza y dedicación, me recuerdan los cuidados de una madre. Gracias, Dios los bendiga, están dotados de una paciencia maternal, lo más hermoso de mi pensamiento no es una palabra, es el colibrí que llevo dentro de mi pecho, en mi corazón con un plumaje de todos y cada uno de quienes estuvieron a mi lado en este difícil momento de mi vida. Felicitaciones.
Me quedo sin palabras y sorprendido de lo precisos e inteligente que son, puedo decir que Dios bendijo sus manos. Quiero agradecer al Hospital San Vicente Fundación por ser el único que no hace más que salvarme la vida, han sido todos muy atentos y empáticos, no solo conmigo sino también con mi madre, agradezco tanto el que me hayan recibido, ya que desde que llegue he progresado favorablemente en mi estado de salud.
Gracias y felicitaciones porque ni en Australia, lugar en el que resido, siento la cordialidad, humanidad, amplitud de espacios y verde de la naturaleza que ustedes brindan. La atención médica, de enfermeras, camilleros, servicios administrativos y gerenciales, son de altísima calidad y calidez humana. Gracias, se hace menos duro el final de un paciente terminal así.
Amigos del Hospital San Vicente Fundación; qué atrevido de mi parte saludarlos tan confianzuda, pero la verdad no encuentro otro calificativo mejor que el de amigos, porque mis 14 días de hospitalización con ustedes se me fueron volando y me sentí siempre en las mejores manos. No tengo cómo pagar tantas atenciones, tantos cuidados y el profesionalismo que hizo que este proceso que comienza de mi enfermedad lo empiece con la mejor actitud y una mente muy positiva. Le agradezco infinitamente al Dr. Simón Trujillo, haberse convertido en mi familia estos días de hospitalización.
Un cordial saludo para todos en el Hospital San Vicente Fundación Rionegro: tanto médicos como personal de cocina, especialistas; a todos les deseo mil bendiciones y les digo: son un maravilloso equipo de trabajo, ¡cuál de todos mejor!, no tengo cómo agradecerle todo lo que han hecho, tanto por mi sobrino como por mí y mi hermana. Todo lo que se preocuparon por Juan, eso es solo de profesionales entregados de cuerpo y alma al trabajo con amor. Yo siempre dije que él estaba en las mejores manos, primero en las de Dios y segundo en las de todos ustedes, es tan hermoso ver con el amor que tratan a los pacientes, no solo a ellos, también a sus acompañantes. Solo tengo agradecimientos para todos por tanto empeño en que mi sobrino estuviera bien, sé que después seremos olvidados, pero créanme, yo nunca los olvidaré. Gracias a todos por su apoyo con mis manualidades, eso es una gran ayuda para pagar mis deudas mientras no estoy trabajando en mis compromisos, todos ustedes dejan algo muy bello en mi corazón, son cariñosos, buenos, entregados, comprometidos, pero más que nada tienen calidad humana, patólogos, trabajo social, doctores, todos en general, nefrólogos, oncólogos, cocineros, ssicología y todos los que olvidé mencionar, mil y mil gracias, un millón de bendiciones para todos ustedes y sus familias, que por cierto deben estar orgullosos de todos ustedes. Dios los bendiga.
La familia expresa sus más sinceros agradecimientos al Hospital San Vicente Fundación, a su equipo médico, al personal de servicios de oncología, de hospitalización y demás personal encargado del apoyo, cuidado y atención de nuestra querida hermana y tía, quien en su enfermedad y tiempo en el que permaneció hospitalizada bajo sus cuidados, recibió por parte de todos ustedes el más profesional, digno y humano trato. Nosotros como familia, estamos conscientes del acompañamiento constante y dedicado que le brindaron. Desde el fondo de nuestros corazones nos queda un gran sentimiento de gratitud que permanecerá por siempre en nuestro recuerdo y aunque ella ahora ya no está entre nosotros, sabemos que mantuvo también esa gratitud y confianza desde el momento que ingresó al hospital para someterse a cada uno de los tratamientos impartidos por parte de todos y consciente que estaba en manos de un excelente equipo humano, eficiente y profesional. Esperamos y estamos seguros de que ustedes seguirán apoyando a tantos pacientes y familias que, como la nuestra recibió de tan prestigiosa institución amor, atención, apoyo y dedicación. ¡Dios los bendiga por siempre!
Familia San Vicente fundación, les escribo con el corazón, pues el día de hoy estuve en el Hospital de Rionegro, donde me realizaron un procedimiento en el servicio de Imágenes Diagnósticas y del cual salí con ganas de llorar, fue una maravillosa experiencia encontrar el profesionalismo y calidad humana con la cual fui atendida hoy. Empezando por la persona de la recepción, Marllely Bedoya, fue muy atenta, me respondió todas las preguntas y sonreía amablemente con sus ojos, pues a pesar del tapabocas se le veía las ganas de servir; luego la Auxiliar de Enfermería, Maria Eugenia Castañeda, es la más amable, me atendió con mucha calidez, me dio todas las instrucciones y me hizo sentir bienvenida. Para finalizar el ser humano más especial del mundo, con todo el respeto lo quiero expresar, el Doctor Juan Carlos Ortega, Radiólogo, es el médico más profesional, de un nivel ético fuera de lo imaginado, con un conocimiento de lo que hace, hoy en día es casi imposible encontrar un médico con esa capacidad, claridad de expresarle al paciente en términos médicos, pero de una manera sencilla y tranquila acerca del procedimiento que se está llevando a cabo. Además, sumado a esto la calma y dignidad humana que este Doctor transmite, son en verdad fuera de lo común, por esto hay que resaltarlo y hacerles saber que con este tipo de servicio la Fundación San Vicente se convierte en parte de la familia de los pacientes, pues serán servidores de la salud, pero se convierten como el médico de la familia y por eso al comienzo de este correo me dirijo a ustedes como Familia Fundación San Vicente, pues ustedes son como parte de mi familia. Muchas gracias y bendiciones para ustedes.
El motivo de la presente es mostrar nuestro más sincero agradecimiento por la atención recibida por parte de todo el equipo médico, jefes de enfermería, auxiliares y al área de fisioterapia. Es de resaltar su gran labor y la de su equipo por tan gran acogida y amabilidad brindada frente a mi actual situación. Gracias por la paciencia y prudencia brindada y su gran responsabilidad frente a sus funciones, fueron muchas las atenciones y afecto recibido en cada momento de complicación no hay palabras para describir su incansable labor y dedicación en toda la atención que recibimos mi familia y yo. Les agradecemos por tan linda hospitalidad brindada, definitivamente no alcanzamos a agradecer toda esta acogida, donde primero que todo pusimos la fe en Dios y en su gran profesión y su espíritu de atención. Qué es lo más valioso, que el señor los bendiga día a día a todos ustedes y a cada una de sus familias en nuestras oraciones siempre estará el personal de la salud, esperamos Que Dios Nuestro Señor y la virgen les siga dando esa gran sabiduría de servir y ayudar a todas las personas.
En la vida hay duros momentos, en los cuales nos toca afrontar con el alma; estos duros momentos nos tocó afrontarlos con ustedes personal de la salud y hoy queremos darle unas pequeñas palabras de agradecimiento. Nosotros como madre y padre de Santiago, a ustedes el personal de salud, queremos agradecerle por todo lo que hicieron por nuestro hijo, gracias por ayudar a que Santi no sufriera con esos dolores, gracias por estar pendiente cada momento de él. Gracias por hacerlo reír, por llevarle sus caprichos y complacerlo en todo lo que él quería. Estamos seguros de que ustedes hicieron mucho más de lo que podían, para que mi hijo saliera adelante y pudiera vencer esta enfermedad, sé que en algún momento ustedes se sintieron frustrados, cansados, angustiados, pero están ahí dando el pecho al lado de mi hijo, ayudándole para que este campeón ganara. Y saben algo, aunque el ya no está aquí, el gano con la ayuda de ustedes; o si no él no hubiese podido ganar... El ganó el corazón de cada uno de ustedes, ganó la esperanza, la alegría, la unión, el compartir y entre otras cosas más. Hoy pido a Dios que ustedes que eligieron esta profesión, los siga iluminando, les siga dando sabiduría, les siga bendiciendo las manos, para que así sigan haciendo milagros a cada persona que tocan. En nuestro corazón queda un profundo agradecimiento con ustedes. Agradecemos que no solo estuvieron pendiente de Santi, sino también al lado mío, acompañándome en cada lagrima derramada, dándome fuerza para seguir adelante. Gracias a ustedes Santi pudo compartir unos meses más con su familia y amigos, pudo reír, soñar, joder y principalmente dar amor a todos los que lo rodeaban. A ustedes gracias, muchas gracias por todo lo que hicieron por mi campeón. Solo nos quedan palabras de agradecimiento a todo el equipo médico que con amor y dedicación le brindaron a mi campeón Santiago Gallego y en nombre de mi campeón y nosotros los padres de Santiago les damos infinitas gracias. Dios los bendiga. Papá y mamá de Santi.
Demos gracias a los hombres y mujeres que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestro espíritu. No hay palabras suficientes para agradecerles por todas las atenciones y el cariño recibido por parte del equipo médico del Hospital San Vicente Fundación de Rionegro, durante el largo proceso por el cual pasé, pude salir adelante gracias a su entrega y profesionalismo. Un Dios les pague, los llevare en el corazón. ¡Sigan dando lo mejor para que otros pacientes puedan recuperarse como yo lo estoy haciendo!
Nuestra experiencia en su Institución ha sido muy satisfactoria, se destacan aspectos como la humanización en el servicio, la calidad en la atención y la competencia del talento humano. Esto conforta y hacen más llevadera la gran carga emocional que conlleva el proceso de enfermedad, nuestros más sinceros agradecimientos, felicitaciones por su maravillosa labor en pro de nuestro estado más vulnerable.
He experimentado una atención más que excelente por parte de las auxiliares de Enfermería, quienes, de principio a fin, se esmeraron por ayudarme con todas mis dudas y necesidades respecto a una cirugía por la que esperaba. Las Auxiliares del Hospital, son personas amables, humanas y serviciales. Este es el tipo de personas que deben servir y permanecer en las instituciones tan prestigiosas y reconocidas como el Hospital San Vicente Fundación. Un abrazo.
Cordial saludo. Quiero manifestarles un agradecimiento muy profundo por su labor de desempeño que obtuvo mi madre durante los días de hospitalización en urgencias, UCI, Torre B segundo piso. Todos absolutamente todos sus empleados muy queridos, desde las personas de la alimentación hasta los últimos cargos. Muy constantes en sus labores Y ustedes como prestadores de servicios no dejen de ser de tanta calidad humana mil y mil gracias por todo.
Doy gracias que, por motivo de una tristeza, de una gran enfermedad, nos sentimos orgullosos, bendecidos, por conocer y aprender de personas tan especiales, tan humanas, tan lindas, llenas y con una gran profesión muy bien brindada. Dios los bendiga. Mil y mil bendiciones, no hay palabras ni detalles en el mundo para agradecer a tan excelente equipo de trabajo. Muchas gracias. Espero poder servir y hacer parte de este gran hospital.
El hospital San Vicente fundación Rionegro. presta un excelente servicio en salud, contando con personal profesional idóneo para la atención requerida, con respeto de los derechos del usuario, calidad humana y el servicio. Doy testimonio de la buena calidad del servicio que ofrece el hospital y de su buena infraestructura.
En este país, el sistema de salud está muy cuestionado, y con razón. Sin embargo, nosotros como familia, y en especial mi madre, Alba Luz Moreno Rincón, ha vivido y está viviendo un oasis en medio del desierto de desesperanza que aqueja a miles de personas que padecen alguna enfermedad. Ese Oasis se llama Hospital San Vicente Fundación sede Rionegro. ... [leer más]
Allí hemos experimentado lo que llaman trato con dignidad, e incluso un poco más de eso, que mi madre, al terminar su ciclo de Quimioterapias, lo expresó de la siguiente manera: \ Me siento nostálgica al dejar el hospital, es como si dejara atrás personas que me quieren, me sentí querida en el hospital y esas palabras me dan a entender que ella no solo se sintió digna, sino también querida y cuidada. Hoy damos gracias a todo el personal del hospital, aún no hemos terminado, seguimos en esta lucha por la sobrevivencia, pero nos sentimos en muy buenas manos, y eso no tiene precio. Gracias al personal de urgencias, su trabajo es digno de admirar, gracias al Doctor Oliver, a quien mi madre llama equivocadamente pero curiosamente, Hércules; a Nancy, Ana y la jefe del piso de oncología, ellas han sido un derroche de alegría y entusiasmo que ha paliado el veneno de los medicamentos; gracias a las trabajadoras sociales, a las auxiliares de enfermería que nos hemos cruzado, a los camilleros, a las chicas de diamante, como aprendimos que les llaman. En definitiva, gracias a todos y todas, bendecimos, si es de nuestro resorte hacerlo, sus vidas y las de sus familias... Espero estos agradecimientos y felicitaciones también sean un oasis para ustedes en medio de tantos desafíos y luchas cotidianas. Abrazos infinitos.... [leer menos]
Nos mostraron bondad extraordinaria. Estimado señor: reciba mis más sinceros agradecimientos por su ardua labor usted se esfuerza por prestar un buen servicio a quienes acudimos al hospital, a veces soporta la intolerancia o hasta la ingratitud de algunas personas. Es excelente al llegar poder encontrar una persona tan amable y cálida dispuesta a ayudar cuando tanto lo necesitamos. para dios no pasa desapercibido su trabajo, espero de corazón que él la bendiga. Personalmente anhelo y confió en el cumplimiento de la promesa de dios registrada en las santas escrituras en apocalipsis capítulo 11 versículo 4 que dice \ y les sacara toda lágrima de sus ojos, y la muerte no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor, las cosas anteriores desaparecieron\ . Me despido respetuosamente.
Reciban un cordial saludo. Mi abuela MARGARITA DE JESUS GÓMEZ DE GARCÍA cc 21621277, Estuvo en el servicio de hospitalización BLOQUE 2, Habitación 219 durante una semana en el mes de septiembre de 2021. Como familia, queremos trasladar al personal de salud que la atendió un AGRADECIMIENTO PROFUNDO, por la atención que le brindaron. El trato humanizado, la calidez, la actitud de servicio son aspectos que valoramos y que siempre tendremos presentes como usuarios y como familia. El detalle que tuvieron con ella el día de su cumpleaños fue conmovedor y hermoso. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS: A los ortopedistas, internistas, psiquiatras, neumólogo, médicos generales, enfermeras jefes, auxiliares de enfermería, personal de alimentación y de apoyo. Ojalá nunca pierdan la calidez y que vean en el otro siempre su lado vulnerable lo que les permitirá atender y servir desde el amor.
Ya después de unos días después de la muerte de mi madre. Me siento con el anime de escribirle. Para agradecerle a través de usted Al San Vicente fundación. La atención que recibió mi madre desde el día en que llegó fue muy profesional. Nos hicieron sentir a los familiares. Y sé que a ella misma. Que estaba en las mejores manos. Solo quedan palabras de agradecimiento. Sabemos que hicieron lo mejor por ella. Son una excelente institución. Profesional y sobre todo humana. Espero que Dios los bendiga. Y sigan creciendo. Gracias
En la vida hay duros momentos, en los cuales nos toca afrontar con el alma; estos duros momentos nos toco afrontarlos con ustedes personal de la salud y hoy queremos darle unas pequeñas palabras de agradecimiento. Nosotros como madre y padre de Santiago, a ustedes el personal de salud, queremos agradecerle por todo lo que hicieron por nuestro hijo, gracias por ayudar a que Santi no sufriera con esos dolores, gracias por estar pendiente cada momento de el. ... [leer más]
Gracias por hacerlo reír, por llevarle sus caprichos y complacerlo en todo lo que el quería. Estamos seguros que ustedes hicieron mucho mas de lo que podían, para que mi hijo saliera adelante y pudiera vencer esta enfermedad, se que en algún momento ustedes se sintieron frustrados, cansados, angustiados, pero están ahí dando el pecho al lado de mi hijo, ayudándole para que este campeón ganara. Y saben algo aunque el ya no esta aquí, el gano y saben con la ayuda de ustedes; o si no el no hubiese podido ganar... El gano el corazón de cada uno de ustedes, gano la esperanza, la alegría, la unión, el compartir y entre otras cosas mas. Hoy pido a Dios que ustedes que eligieron esta profesión, los siga iluminando, les siga dando sabiduría, los siga bendiciendo las manos, para que así sigan haciendo milagros a cada persona que tocan. En nuestro corazón queda un profundo agradecimiento con ustedes. Agradecemos que no solo estuvieron pendiente de Santi, si no también al lado mio, acompañándome en cada lagrima derramada, dándome fuerza para seguir adelante. Gracias a ustedes Santi pudo compartir unos meses mas con su familia y amigos, pudo reír, soñar, joder y principalmente dar amor a todos los que lo rodeaban. A ustedes gracias, muchas gracias por todo lo que hicieron por mi campeón. Solo nos quedan palabras de agradecimiento a todo el equipo medico que con amor y dedicación le brindaron a mi campeón Santiago Gallego Arango y en nombre de mi campeón y nosotros los padres de Santiago les damos infinitas gracias. Dios los bendiga. Papá y mamá de Santi. ... [leer menos]
Doy gracias a Dios y al personal de la salud: médicos, cirujanos y enfermeras del hospital, todos en general, por su profesionalismo, amor y buena energía. Gracias por el granito de arena que cada uno puso para la alegría que me llevo en el corazón, me siento alegre y orgulloso con mi trasplante hepático más exitoso de mi vida. Dios los bendiga, los llevo en mi corazón.
El mensaje principal de este escrito se resume en dos palabras: ¡INFINITAS GRACIAS! Pero como sé que existen tantos motivos para agradecerles y más en estos momentos de gran dificultad, les explicaré por qué les agradezco: El treinta y uno de marzo del presente año una paciente de setenta y seis años ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, al cubículo número cinco para ser más exactos. ... [leer más]
Su diagnóstico no era nada alentador, el Covid-19 había ingresado en su organismo. Fue intubada y debió llevar un tratamiento cuidadoso por su edad e hipertensión.Ustedes más que yo, conocían las implicaciones que esta condición física significaba. La paciente que en esos días ocuparía el cubículo cinco. Era mi abuela. Y mucho antes de que sucediera esta pandemia y los ojos del mundo se posaran sobre ustedes doctores(as) y enfermeros(as), ella ya los admiraba demasiado. Lo sabía por varias razones: Primero, recuerdo que cuando mis padres me enviaban de vacaciones a su casa y ella y yo nos quedábamos solos, me miraba a los ojos y con voz tierna me decía: ¿Cierto que tú serás el doctor de la familia? Un médico bien lindo, de esos que son bien inteligentes y que ayudan a aliviar a las personas, -Agregaba sonriente-. Yo me quedaba mirándola y veía como sus ojos se llenaban de luz imaginándome convertido en un doctor. Luego decía: Serás uno de esos doctores que operan a las personas, vestido todo hermoso, como un príncipe, decía. En ese momento no entendí la relación entre médico y príncipe. Pero ahora que puedo entender un poco mejor las cosas, creo que, por alguna razón, para ella la bata, la vestimenta de cirugía y la labor que el personal de doctores(as) y enfermeros(as) realizaban, lo asociaba con el respeto, elegancia y admiración que puede llegar a despertar la realeza. Cuando crecí no me hice médico, resulté convirtiéndome en ingeniero, no obstante, no haberle dado gusto con su deseo de que su nieto mayor fuera un médico, ella me siguió queriendo igual. También sé que los admiraba por los comentarios que hacía luego de ver en las noticias las imágenes del arduo trabajo que ustedes realizaban en medio de una situación tan peculiar y crítica que se genera a raíz de una pandemia. Tan guapos esos médicos y enfermeros, yo no sería capaz de ver todo eso— decía mi abuelita— se tapaba los ojos con su mano derecha, y negaba con la cabeza dando un aire de gravedad a su expresión. Dios les de muchas fuerzas para que puedan seguir ayudándonos. Concluía. Mi abuelita no era una mujer muy valiente con respecto al dolor, quizá era una de las razones por las cuales vivía agradecida con los médicos, porque eran los únicos que le podían evitar una posible tortura a causa del dolor físico. Le tenía miedo a la anestesia general, creo que no era miedo, mejor dicho, era pánico. Lo que más temía era ser sedada, quedarse dormidita y no despertar. Cosa que era un poco contradictoria con lo que ella deseaba fuera su forma de morir: Yo le pido a Dios que cuando me llegue la hora, yo no me dé cuenta. Que me quede dormida y ya. Yo no quiero sentir dolor —agregaba—. Por esa razón sé que cuando tomó la decisión de dejarse intubar, enfrentó valientemente uno de sus más grandes temores —Al final no era tan cobarde mi querida abuelita—. Claro que también creo que algo que le ayudó a enfrentar con valentía su gran miedo era que ustedes (personal de la salud) estaban ahí. Ella los veía como los ángeles que Dios le había enviado para ayudarle a luchar por conservar su vida. Ese día, momentos antes de ser intubada, la paciente del cubículo cinco se despidió telefónicamente de su familia y emprendió con la ayuda de ustedes su última batalla. La familia Castro dejó en el cubículo cinco un tesoro valioso y nos tranquilizó un poco saber que para ustedes también ella era importante. Esa es una de las razones por la cuales les agradezco. Los días en UCI comenzaron a pasar, siempre conservamos la esperanza. Sus reportes en la madrugada, más o menos a las dos menos cuarto de la mañana nos hacían sentir más cerca de ella y la acompañábamos en su lucha y a ustedes en sus esfuerzos. Lamentablemente con el pasar de los días su salud se deterioraba, pero ustedes continuaban dando lo mejor de sí. Ponían a su disposición su conocimiento, sus recursos y su tiempo esperando que el cuerpo de mi abuelita respondiera. Ustedes nunca desfallecieron. También les agradezco esto. El quinto día en UCI mi abuelita se agravó. Oportunamente recibimos la noticia de parte de ustedes y gracias a eso los miembros de la familia pudimos ir a verla por última vez. A través del vidrio del cubículo cinco mientras ella daba sus últimos suspiros, nosotros nos despedíamos. Gracias por darnos esa oportunidad, a pesar de que un cristal nos separaba de su cuerpo, sentíamos como si nuestra alma lo atravesara y le pudiera hablar al oído acompañándola en sus últimos momentos con mucho amor. Ella era parte de mi equipo para enfrentarme las crudezas de la vida, para nosotros el hecho de que ella existiera le daba más brillo a la vida. Cuando falleció, la familia sintió que la vida perdía un parte importante de su belleza. Desde ese día, cada vez que paso cerca del hospital San Vicente Fundación pienso en ella porque fue el lugar en donde se despidió de la vida, pero también pienso en ustedes (personal de la salud). Con inmensa gratitud me dirijo a ustedes porque sé que agotaron todos los recursos y la acompañaron hasta el último momento para que tuviera una muerte digna. Tengan la certeza de que donde ella hubiera tenido la oportunidad de agradecerles, lo hubiera hecho. Ella no tuvo tiempo para mirarlos a los ojos y decirles GRACIAS. Pero su familia, los que aquí quedamos les decimos en el nombre de ella y en el de su familia: INFINITAS GRACIAS. ... [leer menos]