Aula Hospitalaria

¿Qué es?

El Hospital Infantil de San Vicente Fundación, en su búsqueda del bienestar de los pacientes por medio de una rehabilitación integral, creó oficialmente en el año 2007 el Aula Hospitalaria, un espacio que articula la educación y la salud en el plano de la atención armónica y humanizada, para establecer métodos y experiencias enfocadas en el aprendizaje por medio de competencias educativas y habilidades para la vida. En el Aula, se desarrollan proyectos pedagógicos que sirven para fortalecer la parte cognitiva y sensorial de los niños.

Breve historia

Es la primera Aula Hospitalaria en Colombia que trabaja en pro del mejoramiento cognitivo y social de los niños entre 0 y 16 años de edad y sus familias. Nace en 1989 con el fin de brindar a los niños una educación continua, aunque algunos estudios tienen fecha desde 1977 de acuerdo a las investigaciones realizadas. En 2007 se inauguró la planta física del Aula Hospitalaria ubicada en el tercer piso del bloque 11, pediatría. En sus inicios se habla de su funcionamiento a través del grupo de mejoramiento del Hospital y la integración con los estudiantes de la Universidad de Antioquia de la Facultad de Educación. Dando cumplimiento al derecho fundamental a la Educación, el Aula Hospitalaria ha participado en diferentes eventos nacionales e internacionales de corte pedagógico, mostrando la experiencia donde se unen el sector salud y educativo en aras de cumplir con una atención integral. Desarrolla programas de acompañamiento pedagógico y emocional. Tiene un modelo pedagógico que busca atender las necesidades de la población objeto y su entorno, teniendo estrategias de atención tanto grupal como individual. Se realizan adaptaciones de acuerdo a la necesidades de cada uno de los niños.

Objetivos

Brindar un acompañamiento pedagógico realizado por las docentes del Aula, posibilitando que tanto los niños, niñas y adolescentes como sus familias tengan un proceso de aprendizaje basado en las experiencias significativas donde se concibe el desarrollo integral en el marco de los derechos.
Permitir a los niños tener una continuidad en su proceso educativo, lo cual facilita el retorno a la vida escolar en el momento de su recuperación, pues por medio de este acompañamiento se refuerzan sus habilidades cognitivas.
Elevar el estado de ánimo de los niños, fomentando la interacción, la creatividad y la alegría, contribuyendo a su bienestar, reduciendo la ansiedad y amortiguando el miedo por medio de un espacio acogedor.

¿Qué actividades y proyectos hacemos desde el aula?

Teniendo en cuenta las dinámicas que se presentan en el hospital y comprendiendo que los procesos pedagógicos son flexibles, podemos hablar de proyectos pedagógicos que interpretan las necesidades e intereses de la población infantil, adolescente y sus familias hospitalizadas, marcada por competencias educativas y habilidades para la vida. Se abordan proyectos macros, que son vitales y transversalizan otros proyectos, entre estos están:

Vacaciones en el Hospital.
Moviendo mi cuerpo y mi mente.
¡Magia: Jugando voy Sanando!
Leer para Sanar.
Festival del viento.
Mis sentimientos y emociones en el hospital.
Proceso Creativo.
Narro, Creo y Aprendo.
Palabra Creadora.

Todos estos direccionados a desarrollar y/o fortalecer procesos de resiliencia y autoconocimiento y estrategias de afrontamiento.

Importancia del aula hospitalaria e impacto social

Reconocer la importancia del Aula Hospitalaria en la institución ha permitido que nuestros pacientes, sus familias y el personal de salud:

Tengan la posibilidad de ver el proceso de hospitalización como una oportunidad para aprender.
Fortalece los vínculos comunicativos, a través de los encuentros que día a día se llevan a cabo y en el devenir de cada momento o situación en los cuales compartimos con los chicos, chicas y familias.
Interacción, el poder de la palabra genera lazos de confianza, afianza capacidades y permite compartir, construir y deconstruir aprendizajes, en un espacio como el hospital la palabra sana, se convierte en creadora y reformula los estilos de vida.
Desarrollen actividades que fortalezcan los procesos neurológicos y transformen los aprendizajes.
Permite reconectar el vínculo con el entorno educativo formal, teniendo en cuenta la flexibilidad de las Instituciones Educativas y las modalidades de acuerdo a las condiciones clínicas de los pacientes.
Se construye la autonomía, la participación, la protección de derechos, la inteligencia emocional y las habilidades metacognitivas.
Se potencian las conexiones cerebrales a través de motivaciones intrínsecas y extrínsecas.