Pérdida de la consciencia y síncope

La pérdida de la consciencia y el denominado síncope genera temores y desafíos en la comunidad tanto de pacientes como de médicos, ya que si bien puede ser algo sencillo e inofensivo, también puede tratarse de una patología de alto riesgo y como norma en general, casi siempre pensamos en una patología cardiovascular, aunque no siempre es así, todo lo cual obliga a realizar un buen enfoque clínico con realización de estudios coherentes para nuestra sospecha y llegar a un diagnóstico con una estrategia de tratamiento adecuada.

¿Qué significa?:

Pérdida de la consciencia: Es la pérdida del conocimiento espontáneo donde puede haber caída al suelo, “desplome” sea real o no, caracterizado por amnesia, falta de respuesta en el control motor con pérdida del tono postural, siendo de corta duración. El término Síncope se define igualmente como una pérdida transitoria de la consciencia de inicio rápido, corta duración al ser de escasos segundos o pocos minutos, en general menos de 5 y como característica específica que es debido a una disminución del riego sanguíneo en el cerebro de forma global, en su mayoría con recuperación espontánea completa.

Síntomas:

Antes de la pérdida de la consciencia puede o no estar precedido de algunos síntomas que los denominamos “pródromos“ (como mareo, náuseas, visión borrosa, sudoración, palpitación, dolor al tórax), hay amnesia total, recuperar rápidamente la consciencia, puede o no haber relajación de los esfínteres urinario o fecal, como puede ser que solo quede con algo frialdad del cuerpo, presión arterial baja, pulso débil, respiración superficial, parestesias (hormigueo) en el cuerpo y en otras personas quedar como si no hubiera pasado nada.

Causas:

Están caracterizadas en diferentes grupos cada una con diferentes connotaciones como vemos en la tabla abajo:

SÍNCOPE VERDADERO Reflejo/neuromediado/vasagal
Hipotensión Ortostática
Origen Cardiogénico
EPILEPSIAS Tónico clónicas
NEUROLÓGICAS Hemorragia subaracnoidea, ataque vertebro basilar
PSICÓGENAS Ataques psicógenos no epilépticos
METABÓLICAS Algunos trastornos electrolíticos hipoglicemias

Es de anotar que la mayoría de las causas en especial las de síncope verdadero más del 90 % están provocados por cambios anormales en la regulación del sistema nervioso autónomo (Mecanismo neuromediado) conllevando a cambios en la presión (hipotensión  o presión baja) o cambio en la frecuencia cardiaca (Bradicardia o pulso lento) asociados a diferentes situaciones que estimulan el nervio vago como cambios bruscos de la posición, ingestas de algunos alimentos, movimientos respiratorios, miedos, necesidades fisiológicas (defecar, orinar)  asociados también con medicamentos como algunos antihipertensivos  o diuréticos.

Y específicamente en el síncope verdadero de causa cardiogénica que si bien puede ser alrededor del 10% o menos, hay que destacar las alteraciones del ritmo tanto lento (Bradiarritmias) como las rápidas (Taquiarritmias), el infarto o isquemia del miocardio, algunas patologías valvulares entre ellas la estenosis aórtica (estrechez de la válvula aórtica), algunas alteraciones vasculares trombóticas entras las más frecuentes.

Diagnóstico:

Se basa en dos pilares fundamentales: historia clínica y ayudas diagnósticas.

  1. Una buena historia clínica con el relato detallado de lo que pasó antes, durante y después del episodio, verificado por el mismo paciente y/o testigos en la escena, complementado con antecedentes y un adecuado examen físico por el médico puede aproximarnos en un alto porcentaje a la causa.

  2. Aclarar bien en las preguntas si realmente fue una pérdida de la consciencia, y si lo fue, si realmente hubo síncope o fue por otra causa de las mencionadas en la tabla. Esto unido al detalle que mencionamos de la historia clínica se podría determinar si estamos en presencia de alto riesgo.

  3. En las ayudas complementarias según se defina médicamente y orientado por toda la historia clínica se puede enumerar varias como se ve en la tabla:

ELECTROCARDIOGRAMA
MONITOREO ELECTROCARDIOGRÁFICO 24 HORAS (HOLTER)
MONITOREO DE PRESIÓN ARTERIAL 24 HORAS (MAPA)
ECOCARDIOGRAMA
PRUEBA DE ESFUERZO O CON FÁRMACOS
RADIOGRAFIA DE TORAX – TOMOGRAFIA- RESONANCIA
MESA BASCULANTE O TILT TEST
LABORATORIOS SERICOS (EN SANGRE)

Cada una de ellas cobra importancia muy orientada a lo que estamos sospechando clínicamente, es de llamar la atención la realización del test de mesa basculante como prueba de estimulación del sistema nervioso autónomo, donde se mide los cambios que puede tener la presión arterial y la frecuencia cardíaca con los cambios de posición u ortostatismo sobre todo cuando no tenemos claridad del origen del síncope.

Cómo actuar ante un desmayo o un síncope de manera inmediata:

  • La persona auxiliadora primero debe identificar de manera rápida pulso, respiración y descartar que no se trata de un paro cardiorrespiratorio.

  • De no tratarse de una parada cardiorrespiratoria, la persona auxiliadora deberá mantener la calma y con el paciente acostado deberá aflojar sus prendas y elevarle las piernas para mejorar el flujo sanguíneo a la parte superior del cuerpo y la cabeza: si con esto no mejora el estado de consciencia debe solicitar traslado, consultar o llamar rápidamente al equipo de emergencia para la realización de maniobras avanzadas según se identifique alguna de las causas que ya mencionamos.

Tratamiento definitivo:

Siempre orientado a tratar la causa específica.

Formas para disminuir o prevenir:

Entendiendo que la mayor parte del síncope verdadero son neuromediados, hay unas recomendaciones que si bien no necesariamente los evita, sí podría disminuir la intensidad y la frecuencia de los síntomas con algunas de estas medidas:

  1. Evitar la bipedestación (estar de pies) en posición fija y prolongada.

  2. Mantener buena hidratación sobre todo después de ejercicio y/o en climas muy cálidos.

  3. Evitar ayunos prolongados.

  4. Mantener una dieta ligeramente rica en sal con autorización médica.

  5. Medias elásticas de compresión en miembros inferiores con recomendación médica.

  6. Se podría recomendar algunas actividades o rehabilitación cardiaca con ejercicio en banda para mejorar el acondicionamiento cardiovascular.

  7. Educar al paciente para que aprenda a identificar síntomas premonitorios antes del desmayo o síncope para que rápidamente se coloque en posición de decúbito o acostado para evitar traumas mayores con una caída súbita.

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