El ataque cerebrovascular (AVC), es uno de los problemas más importantes de salud pública en el mundo. Por implicaciones económicas, sociales y de salud; es la tercera causa de muerte a nivel mundial, la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. Una de cada 4 personas sufrirá un evento en algún momento de la vida, y por ellos es indispensable aprender a reconocer sus síntomas, así como prevenirlo.
El ACV se divide en isquémico el cual también conocemos como infarto o trombosis. Sucede cuando se detiene repentinamente el flujo de la sangre hacia una parte del cerebro. Las células cerebrales necesitan el oxígeno y los nutrientes que se transportan en la sangre, de manera que cuando ocurre, estas células empiezan a morir en unos pocos minutos. Este es el tipo más frecuente con un 80% de todos los ACV. Los ataques hemorrágicos que son el segundo tipo, conocidos también como derrame, se producen cuando un vaso sanguíneo que irriga el cerebro se rompe (sangra), lo que hace que salga hacia el tejido cerebral.
Se ha demostrado que las personas con ciertos factores de riesgo son más propensas a tener un ACV. Es difícil eliminar todos los riesgos, pero puede tener precaución de acuerdo a su edad. El control de los factores de riesgo requiere hacer cambios en el estilo de vida, tomar medicamentos o ambos. Hable con su médico para identificar sus factores de riesgo y establecer una meta para cada uno. Algunos puntos a analizar son: dietas, actividad física, control de hipertensión arterial, control de diabetes mellitus, control problemas de colesterol y obesidad. También, evitar el consumo de cigarrillo, alcohol y sustancias psicoactivas.
Debemos estar atentos ante cualquier signo o síntoma que pueda presentar usted o su familia ya que generalmente se presentan de manera repentina y rápida. Estos son algunos síntomas que debemos identificar:
Entumecimiento o debilidad de la cara (cara torcida).
Dificultar para ver por un ojo o ambos.
Debilidad en brazo o pierna especialmente de un lado.
Dificultad para caminar.
Confusión para hablar o entender el lenguaje.
Dolor de cabeza severo y repentino sin una causa conocida.
Durante un ataque cerebrovascular mueren cerca de 2 millones de neuronas en un minuto, por lo cual cada minuto cuenta para ayudar a evitar el daño cerebral. Actúe con velocidad, no se quede en casa y acuda de manera inmediata a un servicio de urgencias.