La menopausia comienza cuando los ovarios dejan de producir sus hormonas (estrógenos) y disminuyen la producción de otras hormonas reproductivas, como la progesterona. Sin estas hormonas se deja de tener el periodo menstrual y ya no puede producirse un embarazo. Aunque es más común que se presente entre los 48 y 52 años, la menopausia no se produce en todos los casos solo por la edad.
Si bien la menopausia es una parte natural del envejecimiento, para algunas mujeres llega demasiado pronto. Un 6% de las mujeres atraviesan la menopausia prematura antes de los 40 años, dejando de ser fértiles en una edad temprana.
En la mayoría de las mujeres, los periodos menstruales se van deteniendo lentamente con el tiempo, se pueden ir espaciando en tiempo hasta desaparecer. Este período de irregularidad puede durar de 1 a 3 años. La menopausia se completa cuando no se ha tenido un periodo durante 1 año. Los signos y síntomas asociados con la menopausia son: menstruaciones irregulares, resequedad vaginal, sofocos (oleadas de calor), escalofríos, sudoración nocturna, problemas para dormir, cambios de humor, aumento de peso y metabolismo lento.
La confirmación se hace a través de exámenes de sangre midiendo la FSH (hormona folículo estimulante) y el estradiol, los cuales se encuentran alto y bajo respectivamente. Se deben hacer estudios hormonales, especialmente de la prolactina y tiroides cuando los períodos dejan de venir, especialmente en mujeres jóvenes.
Aunque la terapia de reemplazo hormonal ha sido motivo de debate médico en las últimas décadas, su principal indicación se da para el alivio sintomático de las oleadas de calor especialmente en mujeres entre los 50 y 55 años. El inicio de la terapia debe hacerse bajo supervisión y cuidado médico.
Se han experimentado uso de multivitaminas, suplementos naturales, antidepresivos y alimentación saludable para el manejo de las oleadas de calor con respuesta en algunos grupos de mujeres.
Con la menopausia es importante hacer una transición en la vida a un estilo muy saludable, hacer caminatas y fortalecimiento muscular, evaluar la fuerza de los huesos, especialmente después de los 60 años, a través de la densitometría para suplementar si es necesario, el calcio, vitamina D y en algunos casos medicamentos encargados de fijar el calcio en los huesos. Además se puede requerir apoyo en la perspectiva motivacional de la vida.
Andropausia
También llamada menopausia masculina. Es el proceso por el cual las capacidades sexuales y otras funciones orgánicas del hombre disminuyen con la edad como consecuencia de la reducción de la producción de la testosterona. Algunos especialistas prefieren utilizar el término –declive androgénico en un adulto maduro-.
A diferencia de la mujer, en el hombre no hay un límite tan marcado para su aparición e incluso se describen hombres que a los 70 años aún conservan su capacidad de tener hijos. Sin embargo, se estima que luego de los 35 a 40 años hay una reducción del 1% por año de la producción de testosterona.
La disminución de la producción de testosterona puede darse en forma anticipada si un hombre pierde uno o ambos testículos como en caso de cáncer, infecciones o cirugía. Los síntomas incluyen irritabilidad, insomnio, fatiga, síntomas depresivos, nerviosismo, ansiedad, disminución del deseo sexual, reducción de la potencia sexual, disminución de la fuerza y volumen de la eyaculación, disminución de la masa ósea, disminución de la masa muscular, disminución del vello corporal.
Es necesario confirmar el diagnóstico con la medición de los niveles de testosterona en sangre y primero excluir y tratar otras causas o enfermedades que afecten el desempeño sexual del hombre como por ejemplo, diabetes, obesidad, tumor benigno productor de prolactina, problemas hepáticos o renales entre otros. Si no se hace un estudio juicioso de las causas, muchas veces se gasta dinero en tratamientos que resultan poco útiles porque no se ha corregido la causa que lo origina.
Una vez confirmada la disminución de la producción de la testosterona el médico debe definir el inicio de suplencia que para nuestro medio se consigue en inyecciones mensuales o trimestrales o en gel de aplicación diaria y que amerita seguimiento y vigilancia médica continua durante su aplicación.
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