Lo que las lágrimas dicen de ti: ¿cómo saber si es depresión o tristeza?

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración la mayor parte del día, por más de 15 días. El riesgo y la complicación más temida de la depresión es la muerte por suicidio. 

Durante estos episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos a diario, por más de 2 semanas y pueden consistir en: 

  1. Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.

  2. Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.

  3. Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales.

  4. Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado. 

  5. Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor. 

  6. Falta de apetito y pérdida de peso o, por el contrario, comer en exceso y aumentar de peso. 

  7. Ansiedad, agitación o inquietud. 

  8. Lentitud para pensar, hablar o moverse.

  9. Sentimientos de inutilidad o culpa, auto-reproches.

  10. Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas. 

  11. Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidad, intentos suicidas o suicidio. 

  12. Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o cabeza. 

No. Las mujeres sufren de depresión con más frecuencia que los hombres. Los ancianos que padecen de depresión pueden tener síntomas menos evidentes o pueden no referirlos. 

Los niños pueden sentirse enfermos, negarse a ir a la escuela o preocuparse de que uno de sus padres pueda morir. Los niños más grandes o adolescentes pueden meterse en problemas en la escuela y ser irritables. 

Puede haber diferentes factores que favorecen la aparición de la depresión, como algunos rasgos de personalidad (inseguridad, dependencia, hipocondría, perfeccionismo, auto-exigencia, etc.); factores ambientales, como sufrir algún problema económico, familiar y de salud; factores biológicos, como alteraciones cerebrales (alteración en el funcionamiento de algunas áreas cerebrales: área frontal y área límbica); alteraciones en neurotransmisores, como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina y predisposición genética.   

La depresión, incluso en los casos más graves, se puede tratar. Mientras más temprano se comience el tratamiento, más eficaz será. La mayoría de los adultos verán una mejoría en sus síntomas al ser tratados. Se iniciará el tratamiento indicado por parte del psiquiatra (tanto farmacológico como psicoterapéutico) y modificaciones en el estilo de vida y se debe hacer un seguimiento para definir el tiempo necesario de tratamiento.

  1. Trate de ser activo y hacer ejercicio.

  2. Fíjese metas realistas.

  3. Divida las tareas grandes en pequeñas.

  4. Trate de pasar tiempo con otras personas y confiar en un amigo o familiar.

  5. Sea consciente de su estado de ánimo, este mejorará poco a poco y no inmediatamente. 

  6. No se apure en tomar decisiones importantes hasta que se sienta mejor.

  7. Recuerde que el pensamiento positivo reemplazará los pensamientos negativos cuando su depresión comience a responder al tratamiento.

  8. Continúe aprendiendo más acerca de la depresión.

La depresión es una enfermedad bastante común; entonces, cuando tenga los síntomas, consulte a su médico y no piense que es una situación incurable o que deba ocultarse.

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