La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo a expensas de la cardiopatía isquémica (relacionadas con problemas de las arterias del corazón llamadas coronarias); para su diagnóstico hay diversos exámenes en Cardiología siendo muy común la realización de la prueba de esfuerzo cuando tiene su indicación médica. Las pruebas de esfuerzo pueden evaluar de manera independiente la parte funcional cardiaca, es decir respuesta o comportamiento del corazón al estrés con ejercicio (prueba convencional) y/o algunas con medicamentos complementadas con estudios de imágenes.
Es una prueba que consiste en caminar sobre una cinta / banda rodante o pedalear sobre una bicicleta fija (Máquinas parecidas a la de los Gimnasios) de una manera progresiva, controlada y cuantificable consiguiendo con ello un bombeo más fuerte y rápido del corazón para evaluar la respuesta del aparato cardiovascular en situación de máximo esfuerzo.
Su principal objetivo es la evaluación diagnostica y pronostica de la cardiopatía isquémica (alteración en el flujo sanguíneo de las arterias coronarias) determinado mediante cambios en el electrocardiograma o síntomas durante el ejercicio. Además, tiene otras utilidades como:
Evaluación de la capacidad de ejercicio / clase funcional y con ello hacer una prescripción adecuada del ejercicio.
Evaluación de ritmo cardiaco inducido al esfuerzo.
Evaluar la respuesta de la presión arterial y frecuencia cardiaca durante el ejercicio.
El dolor en el tórax, la taquicardia (palpitación rápida), el deterioro progresivo del estado funcional al caminar con disnea (Dificultad para respirar); son síntomas frecuentes que no deben ser subestimados y en la mayoría de los casos se recomienda buscar orientación y atención médica para definir de manera individual cuando y a quienes realizarle de complemento una prueba de esfuerzo como se menciona a continuación en los siguientes casos:
Pacientes con dolor al tórax y/o deterioro de su estado funcional con sospecha de isquemia miocárdica.
Evaluación de pacientes que van a cirugía no cardiaca de riesgo alto y no se conoce su clase funcional o nivel de ejercicio.
Tamizaje/estratificación en pacientes asintomáticos con factores de riesgo cardiovascular (Hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, tabaquismo, obesidad).
En quienes se desea descartar hipertensión reactiva a ejercicio.
Evaluación previa a un plan de ejercicio o competencia exigente.
Pacientes con palpitación y sospecha de arritmias inducidas a ejercicio.
En quienes se desea evaluar la respuesta de la frecuencia cardiaca al ejercicio (competencia cronotrópica).
Evaluación de isquemia silente en atletas.
Su médico advertirá algunas contraindicaciones absolutas entre otras como:
Infarto reciente al miocardio, angina inestable.
Hipertensión severa no controlada.
Estenosis aórtica severa sintomática.
Arritmias de alto grado sintomáticas no controladas.
Enfermedad oclusiva de la arteria pulmonar o aortica.
Debe estar con ropa y calzado cómodo para realización del ejercicio.
Evitar el consumo de cigarrillo, café, bebidas energizantes en las últimas 24 horas.
24 a 48 horas antes de la prueba suspender medicamentos que produzcan Bradicardia (Enlentecimiento del corazón): su médico tratante le dirá cuáles y si autoriza suspenderlos.
Asistir con acompañante.
Se le explica al paciente el detalle de la realización de la prueba riesgos/beneficios y se le solicita firmar el consentimiento de autorización para realizarla.
Se limpia la pared anterior del tórax y se colocan electrodos para monitorización electrocardiográfica continua durante todo el ejercicio.
Se coloca un brazalete para la toma de presión arterial antes y secuencial durante toda la prueba.
La prueba en la banda inicia a un ritmo de velocidad lento y va aumentando en cada fase promedio cada 3 minutos.
En la prueba de esfuerzo convencional con ejercicio existen varios protocolos con diferente intensidad que será escogido por el médico de acuerdo a la edad, capacidad individual de la persona al ejercicio, enfermedades asociadas y al objetivo perseguido en la prueba.
En el protocolo más común utilizado “BRUCE” puede durar aproximadamente 30 minutos entre la preparación y la realización del ejercicio.
La fase de ejercicio será suspendida por varios motivos:
Cuando alcanza el objetivo de la frecuencia cardiaca máxima esperada para la edad
fatiga máxima.
Por arritmias de alto grado o cambios al electrocardiograma que indiquen insuficiencias de las coronarias.
En algunos casos por Hipertensión severa, hipotensión o claros síntomas anginosos.
Es una prueba considerada muy segura, aunque en la literatura se recoge una mortalidad del 1:10.000 (0,01 %) y una morbilidad aproximada del 2:10.000 (0,02 %).
Sus complicaciones con poco frecuentes mencionamos algunas:
Cambios exagerados de la presión arterial (tanto hipertensión como hipotensión).
Cambios en el ritmo cardiaco; arritmias.
Síncope vasovagal.
Presentar angina y muy remoto cambios isquémicos o infarto al corazón.
Si el resultado de la prueba de esfuerzo no indica problema del corazón, es posible que no necesite más exámenes; sin embargo, si esta no es favorable o no revela la causa de los síntomas, su médico según su caso individualizado recomendará pruebas cardiológicas adicionales
En resumen, la prueba de esfuerzo es sencilla, costo efectiva y segura: puede mostrar que tan bien o no está trabajando su corazón y puede ayudar a diagnosticar algunas enfermedades del corazón en especial la relacionado con las arterias coronarias cuando hay dolor torácico; además útil para planificar guiar una cirugía y/o un programa intenso de ejercicios.