¿Por qué duele el intestino?


El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno funcional digestivo crónico que afecta el movimiento y la sensibilidad del intestino, dentro de los trastornos funcionales es el más usual y por tanto es la causa más común de consulta al gastroenterólogo.

Se estima que puede llegar a afectar alrededor del 15 % de la población general, aunque algunos estudios muestran que hasta el 45 % de la población puede estar afectada. Es más común en mujeres que en hombres en una relación 2 - 1, con un pico de edad de presentación en la adultez temprana.

Los pacientes con SII suelen presentarse con dolor o molestia abdominal recurrente, el cual es el síntoma principal y debe estar presente al menos un día a la semana en los últimos tres meses y estar acompañado de dificultad en las deposiciones, diarrea o ambas.

No existe un mecanismo único que explique la aparición de SII; por el contrario, se sabe que múltiples condiciones  pueden disparar y/o exacerbar la enfermedad, dentro de los más estudiados están: infecciones gastrointestinales, inflamación (que ocurre con ciertos alimentos o enfermedades del intestino), disturbios en la regulación de la sensibilidad intestinal tanto desde el sistema nervioso central (SNC) como mecanismos que están dentro del mismo intestino, algunos trastornos en la salud mental como depresión, ansiedad, cambios en la población bacteriana  intestinal normal (que es frecuente tras la exposición a antibióticos, cirugías abdominales, hospitalizaciones y hábitos alimentarios) y, finalmente, se cree que existe además una predisposición genética para este.

El diagnóstico es básicamente clínico, dado que no existe un examen en particular que pueda diagnosticarlo, sin embargo, es importante que muchas otras enfermedades que pueden compartir síntomas similares con el SII, hayan sido descartadas, es por esto que siempre debemos alertar al médico ante la presencia de alguno de estos síntomas: pérdida de peso, deposiciones con sangre, fiebre y antecedente de algún cáncer digestivo en la familia, así mismo la edad mayor a 50 años, debe llevarnos a descartar otro tipo de enfermedades.

En estos casos un estudio endoscópico, algunos test en sangre e incluso imágenes del abdomen serán necesarios para el completo estudio de los síntomas que se están presentando.

El tratamiento de la enfermedad es complejo, así como lo es su etiología, sin embargo, podemos resumirlo en 5 aspectos:

  • Identificar los alimentos disparadores y regular el consumo de los mismos.

  • Control del dolor con medicamentos que impactan el SII, tanto en su aspecto central (es decir en el SNC) como en su aspecto periférico (es decir en el intestino).

  • Regulación de flora intestinal (no es en todos los casos).

  • Mejorar comportamiento alimentario (en este me refiero a hábitos de alimentación, cantidades, horarios de alimentación, elección de comidas, predisposición al alimento).

  • Salud mental (porque sin esta es imposible una salud digestiva).

En algunos casos es necesario el apoyo de otros especialistas en el tema, como son la nutricionista, psiquiatra, psicólogo y medicina del dolor.

Para finalizar quiero resaltar que es importante conocer y escuchar nuestro propio cuerpo y entender que el sistema digestivo es un órgano en movimiento y en constante cambi; por lo tanto, depende de muchos factores internos y externos, que hasta en un 80 % nosotros podemos controlar, así mismo, el proceso de envejecimiento va acompañado de cambios en su funcionamiento que deberían llevarnos a cambios en nuestros comportamientos alimentarios.

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