Según cifras recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Cada año en el mundo nacen más de 15 millones de bebés prematuros, lo que equivale a más del 10% de todos los nacimientos vivos, es decir que al año 1 de cada 10 niños nacerá antes de las 37 semanas de gestación. Y aunque la tasa global de prematuridad no ha cambiado significativamente en la última década, las complicaciones derivadas del parto prematuro siguen siendo la principal causa de muerte en niños menores de cinco años .
Desde el año 2008 e impulsado por la Fundación Europea para el Cuidado de los Recién Nacidos (EFCNI), Cada 17 de Noviembre, el mundo se une en torno a la conmemoración del Día Mundial del Bebé Prematuro, con el objetivo de generar conciencia, sensibilizar y educar sobre los desafíos y necesidades de los recién nacidos que llegan al mundo antes de tiempo además de destacar la importancia de la atención neonatal de calidad con intervenciones accesibles y eficaces para mejorar las tasas de supervivencia de los recién nacidos prematuros, incluso en entornos de bajos recursos, y dar a cada bebé un mejor comienzo en la vida, sin dejar de lado la importancia en el apoyo a las familias de estos bebés.
Un Embarazo típico dura entre 37 a 40 semanas de gestación, mientras un nacimiento prematuro es aquel que se presenta antes de la semana 37 de gestación; y a su vez, un recién nacido prematuro puede ser:
Prematuro tardío, sí nació entre las semanas 34 a 36 de embarazo.
Prematuro moderado, si nació entre las semanas 32 a 34 de embarazo.
Muy prematuro, si nació entre las semanas 28 y 32 de embarazo.
Prematuro extremo, si nació antes de las 28 semanas de embarazo.
Por lo general no hay una única causa a la cual se pueda atribuir un parto pretérmino, sin embargo hay varios factores que pueden aumentar el riesgo, los cuales pueden estar relacionados con embarazos pasados y presentes o con condiciones previas de salud materna, algunos ejemplos incluyen:
Gestaciones múltiples (mellizos, trillizos o más), haber recibido tratamientos para quedar en embarazo (reproducción asistida), antecedente de un parto pretérmino previo, más de un aborto espontaneo o voluntario, problemas en el útero, cuello del útero o placenta, infecciones del líquido amniótico o genitales, problemas con la presión arterial materna, diabetes, enfermedades crónicas maternas, obesidad, consumo de cigarrillo, licor o sustancias psicoactivas, edad materna menor de 17 años o mayor de 35.
A pesar de estos múltiples factores de riesgo, es posible tomar algunas medidas para ayudar a reducir el riesgo de un nacimiento prematuro, dentro de las que se encuentran; asistir a consulta médica especializada previo a la consideración de estar en embarazo, así como el consumo de vitaminas previo y durante la gestación, recibir atención prenatal regular durante la gestación, mantener un estilo de vida saludable –incluyendo una dieta balanceada y ejercicio adecuado–, y evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas. Asimismo, es crucial que las mujeres con enfermedades crónicas controlen su salud bajo supervisión médica para minimizar los riesgos durante el embarazo.
Los bebés prematuros a menudo tienen problemas de salud que pueden llegar a ser muy graves y esta gravedad depende de que tan temprana sea su edad de gestación al momento de nacer, es decir; que mientras más pequeño en edad de gestación sea al momento de nacer, mayor es la probabilidad de enfrentar problemas graves de salud, los cuales son variados y múltiples, comprometiendo en ocasiones varios sistemas y órganos de su cuerpo que aún están en proceso de maduración, también pueden ser a corto, mediano y largo plazo; dentro de los que se pudieran mencionar tener muy bajo peso o extremado bajo peso al nacer, dificultad para mantener una respiración espontánea y eficaz, dificultades en la nutrición, el crecimiento, desarrollo psicomotor, mayor susceptibilidad a infecciones, riesgo de ceguera entre otros.
Desde ese punto de vista es muy probable que un bebe prematuro tenga que nacer en un centro de salud especializado y permanecer durante un tiempo después de su nacimiento en una unidad de cuidado intensivo neonatal en la que reciba atención médica y paramédica especializada con equipo humano y técnico idóneo y capacitado en el cuidado neonatal las 24 horas del día, además de ayudar a las familias de ese recién nacido pretérmino a entender las necesidades de su bebé, cuál será su plan de atención médica e involucrar día a día a los padres en el cuidado de ese recién nacido mientras permanece hospitalizado.
En el hospital San Vicente Fundación, contamos con una unidad neonatal con equipos de alta tecnología, para garantizar que cada bebé y sus familias reciban la mejor atención posible. Nuestro equipo, liderado por especialistas en neonatología y compuesto por alrededor de 27 especialistas y subespecialistas, trabaja de manera coordinada en una unidad que incluye 8 camas de UCI y 12 camas de cuidados intermedios, brindando atención integral y especializada. Además, con el fin de fortalecer el apoyo a las familias, nuestra unidad es abierta y no tiene horarios de visita, lo que permite que ambos padres puedan estar al lado de su bebé las 24 horas del día, acompañando el proceso de hospitalización y participando activamente en el cuidado y entrenamiento para el manejo adecuado del recién nacido. Para reforzar el apoyo emocional, permitimos que los abuelos visiten a los bebés los domingos. Asimismo, el programa de Madre Canguro es un pilar fundamental en el proceso de recuperación y desarrollo de nuestros pequeños, y también ofrecemos una sala de lactancia con acompañamiento para las madres. Esta combinación de tecnología avanzada, atención médica de calidad y apoyo familiar constante es crucial para mejorar la salud y el bienestar de nuestros bebés prematuros y sus familias.
Cabe resaltar que los desafíos en salud que enfrentan los recién nacidos pretérmino no terminan al egresar de la institución hospitalaria, es importante después de su egreso continuar en un programa de seguimiento médico especializado y multidisciplinario (Programa canguro), ambulatorio que promueve la salud del recién nacido pretérmino, reduciendo así el porcentaje de reingresos hospitalarios por enfermedad, la mortalidad infantil y las secuelas de la prematuridad, además de asegurar el bienestar integral del bebé prematuro y su familia.
