La enfermedad de los pies en el paciente diabético tiene tres causas principales: el daño de los nervios (neuropatía), la mala circulación (enfermedad vascular periférica) y la alteración en el funcionamiento de las células de defensa del cuerpo (inmunopatía). El resultado de la interacción de estos factores, ocasiona deformidades en el pie, disminución de la sensibilidad, piel seca y agrietada, que llevan a aumentar el apoyo en zonas como dedos, planta y talón, lo que favorece la formación de callosidades, que serán las precursoras de las ulceraciones. Si a esto se le suma la baja capacidad de sanar y de combatir enfermedades, tendremos la receta perfecta para un desenlace desafortunado que lleva al paciente con diabetes a hospitalizaciones, tratamientos antibióticos prolongados, numerosos procedimientos quirúrgicos -algunos tan drásticos como la amputación (cortar en cirugía la extremidad enferma o una parte de ella para evitar que la infección se extienda)- o incluso la muerte.
La neuropatía diabética (el daño de los nervios por los niveles altos de azúcar en sangre) es el principal factor de riesgo para el desarrollo de úlceras, por lo tanto, de amputaciones, ya que más del 75% de estas son precedidas por la aparición de úlceras. Los problemas de circulación y las infecciones determinan la necesidad de amputación. Debido a las alteraciones sensitivas de los pacientes, es frecuente que las infecciones del pie no se detecten hasta que el estado sea muy avanzado. El riesgo de muerte aumenta en las personas diabéticas que tienen úlceras en los pies.
¿Cómo prevenir?
Es de gran importancia controlar los factores de riesgo como: los niveles de azúcar en sangre, la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos, cuidar el peso y abandonar hábitos como el tabaquismo y el vapeo para evitar el desarrollo del pie diabético. Algunas recomendaciones generales son:
Asiste a todos tus controles médicos.
En la cita de control asegúrate de que tu médico revise tus pies.
Verifica que al menos una vez al año te revisen los niveles de vitamina B12 en sangre.
Sé adherente a los tratamientos ordenados por tus profesionales de salud.
Realiza actividad física. Si no estás seguro puedes preguntar a tu médico o pídele que te remita a un médico fisiatra o a un médico del deporte.
Recuerda quitar obstáculos en el hogar para disminuir el riesgo de golpes y caídas.
No camines descalzo.
¿Cómo cuidar tus pies?
En cuanto al cuidado de tus pies, te recomendamos hacer una lista de chequeo diariamente, hasta que las actividades hagan parte de tu vida cotidiana.
Lava, frota y seca tus pies.
Aplica desodorante y humecta tus pies.
Corta tus uñas con cortauñas o utiliza la lima.
Usa medias limpias sin arrugas o costuras.
Revisa los zapatos antes de usarlos.
Al retirar el calzado, revisa tus pies.
Humecta tus pies antes de dormir.
Si se te dificulta realizar las actividades, solicita ayuda.
¿Cuándo consultar?
Ante la duda mejor consulta si tienes:
Pies rojos, calientes e hinchados.
Notas cambios en el color o forma de tus uñas.
Ves ampollas, llagas, úlceras, callos infectados, uñas encarnadas, infecciones entre los dedos o quemaduras.
Salida de abscesos (nacidos).
Recomendaciones
En el manejo de la diabetes mellitus la clave es la alimentación:
Suspende el consumo de alcohol, gaseosa y otras bebidas azucaradas.
Suspende el azúcar y los alimentos procesados que tienen azúcar añadido.
Suspende el consumo de jugos (la fruta se debe consumir entera).
Incrementa el consumo de vegetales.
Quiere, respeta y cuida tu cuerpo, finalmente será tu único compañero hasta el final, en tus manos está como deseas llegar.
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