La mayoría de los casos se producen en el hogar, y la mayor parte de los episodios de sofocación, ocurre cuando el niño está comiendo o jugando.
Cuando hablamos de la ingesta de cuerpos extraños en la vía aérea, nos referimos a la presencia de cualquier objeto no habitual en cualquier parte del árbol respiratorio, principalmente en nariz, boca, garganta, tráquea y pulmones. Lamentablemente, este es un motivo frecuente de consulta en urgencias y no solo es un reto para el equipo de salud, sino que también genera una gran angustia en los padres o responsables de los niños.
Los síntomas, la gravedad y el tratamiento definitivo dependen del tipo de objeto y el lugar donde se localiza en las vías respiratorias, aunque en la mayoría de los casos la consulta oportuna es suficiente, debemos trabajar en la prevención de estas situaciones, ya que en algunos casos no solo puede generar secuelas crónicas importantes, sino que también puede causar la muerte. Con relación al lugar del accidente, la mayoría de los casos se producen en el hogar, y la mayor parte de los episodios de sofocación, ocurre cuando el niño está comiendo o jugando.
Si bien a cualquier edad existe un riesgo inminente, se debe prestar más atención durante los primeros 3 años de vida. Por lo general, en los niños menores se trata de ingestión de material orgánico (semillas de frutas, maní, trozos de alimentos) y en los niños mayores es más usual la ingesta de material inorgánico (monedas, borradores, juguetes).
En general existen factores que alertan a considerar ciertos objetos como más peligrosos, este es el caso de las formas redondeadas, porque obstruyen más fácilmente; además, aquellos objetos que no se pueden romper con facilidad, los de superficie lisa y resbaladiza.
¿Cuándo debemos sospechar una aspiración de cuerpo extraño?
Es muy importante tener en cuenta que si bien los objetos de mayor riesgo van a provocar síntomas de forma inmediata, existen otras situaciones donde se presentan de forma crónica.
Sospeche una ingesta si el niño presenta:
Inicio súbito o repentino, en un niño previamente sano, de tos o dificultad para respirar o coloración morada. Por lo general, pueden mejorar en cuestión de segundos o minutos, y posteriormente, no tener ningún síntoma.
Inicio súbito de síntomas como ronquidos en la garganta o pitos en el pecho, se le hunden las costillas.
Si se presentan episodios de tos por largo tiempo, y el niño ha recibido tratamiento para neumonía, asma o laringitis y no ha tenido la respuesta habitual.
Las recomendaciones para los padres y maestros, para la prevención de la aspiración de objetos extraños son:
No suministrar a los menores de cinco años alimentos con los que se puedan ahogar: frutos secos, semillas de frutas, crispetas, maíz, almendras.
Evitar alimentos duros como caramelos, confites o dulces que pueden ser peligrosos.
Se recomienda cortar, a lo largo, los alimentos suaves y redondos como uvas y salchichas, antes de consumirlos.
No hacer reír o llorar a los niños mientras están comiendo.
Enseñar a los niños a masticar despacio y correctamente.
Enseñarles que algunos alimentos como los frutos secos y las crispetas se comen de a uno, masticando adecuadamente.
Educar a los niños para mantener una posición correcta y segura: sentados, mientras consumen alimentos. Nunca correr o jugar durante las comidas.
No suministrar alimentos que contengan objetos pequeños dentro, como aquellos dulces que en su interior tienen juguetes.
Vigilar a los niños constantemente, no solo mientras comen.
Prestar atención a las etiquetas de advertencia en los juguetes y otros productos susceptibles de estar al alcance de los niños, seguir las recomendaciones de la edad indicada para cada producto.
Los balones o pelotas de juguetes deben ser más grandes que una pelota de golf.
Evitar que los niños jueguen con objetos pequeños (botones, tornillos, fichas, pilas o monedas).
Enseñar a los niños mayores a mantener sus juguetes con partes pequeñas fuera del alcance de los hermanos menores.
Se deben desechar todos los juguetes rotos.
Revisar frecuentemente los suelos o lugares bajos para evitar presencia de objetos pequeños como botones, canicas, monedas, tornillos.
Sí definitivamente estamos frente a un episodio de aspiración, debemos procurar mantener la calma y solicitar ayuda, en lo posible llamar a las líneas de emergencias: 123 o asistir al centro de salud más cercano, para obtener apoyo de personal capacitado.
Posteriormente podemos enfrentarnos a tres escenarios:
Si el niño respira, habla, llora o tose con fuerza: estimúlelo a toser o seguir llorando hasta que expulse el objeto.
Si el niño está consciente pero no tose adecuadamente, no llora, no respira, bien:
Si el cuerpo extraño es VISIBLE y es fácil sacarlo, abra la boca del niño y sáquelo con precaución con el dedo índice en forma de gancho.
Si NO ES VISIBLE, no intente extraerlo, existen maniobras de acuerdo a la edad para facilitar la expulsión, si las conoce es el momento de realizarlas, de lo contrario solicite ayuda.
Si el niño está inconsciente o durante las maniobras pierde la conciencia, se requieren maniobras de reanimación cardiopulmonar, solicite ayuda y/o consulte al centro de salud más cercano.