El dolor lumbar es un malestar en la parte baja de la espalda y suele ser muy incómodo e incluso limitante en el día a día. Es una dolencia muy común, sin embargo, es importante recordar que la mayoría de los episodios de dolor agudo mejoran en unas pocas semanas con cuidados en casa.
¿Por qué duele mi espalda baja?
La zona lumbar soporta gran parte del peso del cuerpo y nos permite realizar movimientos como inclinarnos, girar y levantar objetos. El dolor puede surgir por diversas razones, algunas de las más frecuentes incluyen:
Espasmos, esguinces o desgarros: se generan por un movimiento brusco, levantar algo pesado incorrectamente o una mala postura.
Problemas en los discos intervertebrales: estos "amortiguadores" entre las vértebras pueden desgastarse, abultarse o incluso herniarse, presionando los nervios cercanos.
Artrosis: con el tiempo, las articulaciones de la columna pueden desgastarse, lo que puede generar dolor y rigidez.
Debilidad muscular: los músculos abdominales, pélvicos y de la espalda débiles no brindan el soporte adecuado a la columna vertebral.
Factores de estilo de vida: el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el estrés contribuyen al dolor lumbar.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?
Aunque el dolor lumbar es molesto, se puede aliviar y es posible prevenir futuros episodios desde casa.
Reposo relativo: evite las actividades que empeoran el dolor, pero manténgase activo dentro de lo que tolere. El reposo absoluto por mucho tiempo puede ser contraproducente.
Aplique calor o frío: use compresas calientes para relajar los músculos tensos o compresas frías para reducir la inflamación, según lo que le brinde más alivio.
Fisioterapia: realice ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento para mejorar la movilidad y el soporte de la espalda.
Mejore su postura: preste atención a cómo se sienta, camina y levanta objetos. Esto reduce la tensión en la espalda.
Mantenga un peso saludable: el exceso de peso ejerce presión adicional sobre la columna vertebral.
Realice actividad física regularmente: el ejercicio fortalece los músculos que sostienen la espalda y mejora la flexibilidad. Caminar, nadar o hacer yoga son buenas opciones.
Busque un buen colchón y una almohada cómoda: asegúrese de que su colchón brinde un buen soporte y su almohada mantenga su cuello alineado con la columna. Duerma en la posición correcta.
A la hora de utilizar carteras, bolsos o mochilas distribuya bien el peso, evite cargas excesivas.
Debo buscar ayuda médica cuando tenga:
Dolor intenso que no mejora con los cuidados en casa.
Dolor que se irradia hacia la pierna por debajo de la rodilla, especialmente si se acompaña de entumecimiento, hormigueo o debilidad.
Pérdida de fuerza en una pierna o en ambas que altere tu marcha.
Dificultad para controlar la vejiga o el intestino.
Fiebre inexplicable asociada al dolor.
Pérdida de peso sin razón aparente.
Dolor después de una caída o una lesión.
¿Qué son los bloqueos en columna?
Es una forma general de llamar a un procedimiento tipo infiltración que permite llevar un medicamento hacia la región de la columna, buscando generar analgesia. Usualmente, se utiliza un anestésico o esteroide, en dosis y mezclas adecuadas.
Las alternativas al bloqueo son:
Radiofrecuencia: consiste en el calentamiento a temperatura controlada a través de una aguja, buscando un alivio más prolongado en la zona afectada.
Ozonoterapia: el ozono se comporta como un gas que lesiona las fibras de dolor, siendo la segunda opción a tener en cuenta. No está aprobada por todas las sociedades científicas.
Se debe realizar una cirugía de columna cuando se presenta:
Síndrome de cauda equina: implica el compromiso del control de esfínteres tanto anal como vesical, la anestesia en la región glútea o una debilidad de las piernas que ya no permita caminar.
Pie caído: esto significa que no se puede poner en puntas de pie o en talones porque los músculos no funcionan.
Dolor lumbar: en ese caso se debe agotar todo el manejo farmacológico o de bloqueo posible antes de tomar la decisión. Debemos tener en cuenta que hasta un 60 % de las hernias se pueden reabsorber, por lo tanto, existe expectativa de alivio.
Es importante entender que el dolor lumbar es una enfermedad propia de cada paciente, y por ello, cada tratamiento debe ser individualizado buscando el mayor beneficio terapéutico para cada caso.
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