El 13 de enero de 2023 se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión como una forma de sensibilizar a toda la población frente a esta enfermedad. Actualmente se considera que hasta 300 millones de personas pueden estar sufriendo este trastorno y se conoce que hasta el 75 % de las personas afectadas con alteración de la salud mental pueden no estar recibiendo el tratamiento adecuado. Los trastornos depresivos son problemas médicos de alta prevalencia que se caracterizan por un estado de ánimo deprimido y disminución del disfrute o anhedonia. Son un grupo heterogéneo de entidades que se caracterizan por un estado de ánimo deprimido, disminución del disfrute, apatía y pérdida del interés en actividades cotidianas, ideas de minusvalía y desesperanza, insomnio, cambios en el apetito e ideación suicida. A menudo manifiestan ansiedad y síntomas somáticos variados.
Una persona con depresión puede tener varios episodios depresivos en la vida y con la sintomatología que produce se altera la calidad de vida de la persona de una manera importante, tanto que actualmente se ubica a la depresión mayor como una de las principales causas en el mundo de años perdidos por discapacidad. Los episodios depresivos pueden tener diferentes formas de presentación. En los criterios diagnósticos que se han definido para nombrar esta enfermedad se pueden encontrar varios perfiles sintomáticos. Según la severidad el episodio puede definirse como leve, moderado o grave. Los episodios leves pueden ser cuadros depresivos con un deterioro funcional mínimo. Las depresiones moderadas cumplen con un número de síntomas mayor al de los episodios leves y causan una dificultad funcional superior. En los episodios depresivos graves la sintomatología interfiere con las actividades de la vida diaria de una manera importante; es usual por tanto encontrar en estos pacientes dificultad en la actividad motriz, en el desempeño cognitivo y la modulación de las emociones.
Los criterios diagnósticos del episodio depresivo mayor según el DSM-5 son:
A. Presencia de 5 (o más) de los siguientes síntomas durante un periodo de dos semanas, lo cual representa un cambio respecto a la actividad previa; al menos uno de los síntomas debe ser:
Estado de ánimo depresivo la mayoría del día, casi todos los días, sentido por el paciente o referido por alguna persona cercana. También la descripción de sentimientos de vacío, desesperanza o inutilidad.
Disminución marcada o desinterés en actividades que generen placer o bienestar al paciente. La mayor parte del día, casi todos los días.
Pérdida importante del peso sin hacer régimen o aumento del peso, o pérdida o aumento del apetito casi cada día.
Insomnio o hipersomnia casi cada día.
Agitación o enlentecimiento psicomotor casi cada día.
Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos.
Disminución de la capacidad de concentrarse o pensar, indecisión o inseguridad para la toma de decisiones casi todo el día.
Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida sin un plan específico o un intento de suicidio claro.
B. Los síntomas causan malestar significativo y dificultades sociales, laborales o personales.
C. Los síntomas no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o de una enfermedad médica.
El curso de la enfermedad puede causar un trastorno depresivo mayor con un único episodio o un trastorno depresivo mayor recurrente. Cuando no se realiza un tratamiento adecuado orientado en un servicio médico pueden favorecerse que constituya una enfermedad crónica y que también se desarrollen o empeoren las enfermedades crónicas como las cardiovasculares, renales, etcétera. Por esta razón detectar a tiempo la presencia de un trastorno depresivo es fundamental para realizar un tratamiento adecuado que tiene dos componentes, el tratamiento con fármacos antidepresivos y el psicológico. Si bien cualquiera de los dos puede hacerse por separado se conoce que la combinación proporciona mejores resultados y facilita la adherencia de la persona al proceso terapéutico.
Todos podemos estar cerca de una persona conocida que esté en un episodio depresivo y con una actitud sensible y empática podemos facilitar la expresión de esta situación a la persona afectada. Queremos invitarlos hoy a ser parte activa de la detección y la ayuda a quienes más queremos y que están sufriendo de depresión.